SUMA Y SIGUE

Finalmente se han destapado las negociaciones con Ferrovial, la empresa adjudicataria del dique.
Diez millones de euros de bote. Unos mil setecientos millones de pesetas del bolsillo de todos y cada uno de los contribuyentes.
¿El motivo?
Que los materiales de Cala'n Busquets no eran de la calidad que habían estimado y que no habían podido conseguir otros materiales en las canteras donde debían conseguirlos.
O sea, si lo entiendo bien, pongamos que hay un concurso y yo me presento con una propuesta muy baja para ganarlo.
Si luego no consigo cumplir con las estimaciones de coste que yo mismo he hecho, tengo a los contribuyentes para pagar mi incapacidad para estimar costes.
Da lo mismo que tampoco haya cumplido los plazos a los que me comprometí.
La administración me lo perdona todo.
Da igual si eso provoca un perjuicio a la economía de Ciutadella, lo importante es que he conseguido la adjudicación y una vez conseguida puedo incumplir plazos, costes y hasta calidades, y si no me creen, tiempo al tiempo.
Si la administración de Matas era sospechosa de adjudicar la obra a unos amiguetes, la actual administración es sospechosa de tratar al mismo adjudicatario no ya como amigos, sino como familiares próximos, perdonando todo y remunerando la ineficacia.
Diez millones por costes sobrevenidos, seis por hacer atracar cruceros, dos por una pequeña obra que no estaba planeada... al final Ferrovial resultará más caro, más lento y de peor calidad que las otras propuestas que se presentaron al concurso.
Nos hemos acostumbrado a que estas cosas pasen sin que nadie rechiste y nuestros dirigentes se han acostumbrado a que nadie les pida cuentas por estos excesos.
Suma y sigue.