lunes, 8 de abril de 2013

Noticias del frente oriental



Publicado en Gaceta Náutica del mes de Abril 2013

El primer territorio español en recibir al sol cada mañana, Menorca, está lejos de ser el remanso de paz que a todos nos gustaría ofrecer a nuestros turistas. El sector náutico anda revuelto y a las situaciones enquistadas se añaden problemas nuevos.
Si empezamos por el centro de la isla nos encontramos al ayuntamiento de Es Mercadal metido hasta las cejas en varios asuntos de envergadura. Por un lado se las prometía muy felices al impulsar una marina seca de promoción municipal en Cala Molí, en Addaia, para barcos entre cinco y siete metros de eslora. Consideraciones ambientales aparte (Cala Molí es uno de los rincones más encantadores y entrañables de la isla), el consistorio pecó de lo que pecan muchos políticos que se creen que, por haber ganado unas elecciones, su cerebro se enriquece con toda la sabiduría del universo conocido y no necesitan a nadie para tomar sus decisiones. Así ocurrió que las tarifas resultantes de su fabuloso y rentabilísimo estudio económico eran totalmente inasumibles para el común de los mortales. Afortunadamente alguien se lo dijo y parece que se han desinflado algo en sus aspiraciones.
Sin dejar el centro de la isla tenemos que Portsib pretendía sacar a concurso los pantalanes que explota en el puerto de Fornells. Que a Portsib de repente le pesan mucho sus instalaciones y pretende quitárselas de encima como sea no es ninguna novedad. La novedad es que, mientras intenta colar un concurso para privatizar instalaciones en Fornells, le contesta a Ciutadella que no puede cederle las de Ponent porque es una competencia suprainsular. ¿Apostamos algo a que la “suprainsularidad” le importa tres pepinos a Portsib en cuanto llegue el momento de concesionar esas mismas instalaciones a una empresa privada? Como no me canso de decir; todos somos iguales pero unos más iguales que otros.
Y ya que estamos, volveremos a insistir en que el puerto de Ciutadella sigue vacío más de un año después de su recepción. Ya se dedicaron a las empresas de chárter más amarres de lo que la vergüenza aconsejaba. Sobre todo si tenemos en cuenta que algunos de esos barcos son de uso particular y están en lista sexta para eludir impuestos y otros no tienen ni siquiera la decencia de estar abanderados en nuestro país. Pero es que tampoco se aprieta el paso para asignar de una vez la miseria de amarres restantes para la lista de espera y todavía hay muchos amarres sin estrenar y que por lo tanto no han generado ni un euro para el contribuyente.
Y para el final podemos hablar de Mahón. Otro concurso anulado por orden de un juez y sin embargo a nadie parece pasarle por la cabeza defenestrar al responsable de todos los desaguisados que la justicia va desmontando poco a poco. El inefable sigue en su puesto mande quien mande, demostrando que, en el fondo, quien manda es él. Algunos creen que ésta es la gota que necesita el vaso para apear del burro al inefable. A mi humilde parecer, este señor ha dado de comer al pesebre de la derecha tanto como al de la izquierda y ese es el comodín que viene jugando desde hace años. No será tan fácil.

Va de fotos

En la sala de juntas del club donde regateo había una serie de marcos con las fotos de los expresidentes que ha tenido la entidad desde su fundación.
Dicha secuencia de fotos ha sido trasladada a la misma entrada principal del club por acuerdo de la junta directiva actual.
Como expresidente que soy de ese club se me pidió, a finales del año pasado, una foto para completar esa galería.
Después de unos meses en los que el marco correspondiente a mi foto ha permanecido vacío, he enviado una foto para completar la serie en cuestión.
Como son varias las personas que me han preguntado por el sentido de que mi foto no estuviera en la entrada durante tanto tiempo, voy a dar mi punto de vista sobre el tema.
Para mí lo primero y más importante en un club náutico son sus socios y los deportistas. Ya he dicho muchas veces que el presidente no es el primer socio, sino el último. Por ese motivo, lo primero que hice cuando entré como presidente del club fue borrarme de la posición que tenía en la lista de espera de los amarres y ponerme en la última posición. Creo que esto ejemplifica bastante bien la filosofía de servicio al socio y al deportista que tratamos de implantar en el club los miembros de la junta directiva anterior.
Esa filosofía de la que hablo es totalmente opuesta al autobombo y al afán de protagonismo que pueden afectar a los directivos de otros clubes más elitistas que el nuestro y en los que el culto y la reverencia al directivo parecen ser el motivo de la existencia de la entidad.
Para mí sería mucho más adecuado encontrar, al entrar al club, fotografías de nuestros deportistas más destacados, de nuestras actividades más emblemáticas y todas aquellas informaciones que puedan ayudar al socio en la práctica de sus actividades y dotar de una mayor transparencia a la gestión del club.
Pero bueno, eso son puntos de vista y habrá quien prefiera ver otras cosas cada vez que pasa por la puerta del club y yo lo respeto.
Por otro lado, yo dejé de ser presidente del club en 2009 y hasta este año parece que a nadie de la junta nueva le importaba que mi foto no estuviera en la galería de expresidentes. Si han pasado tres años sin sentir la impelente necesidad de ver mi foto enmarcada, tampoco yo tengo que salir corriendo para buscar una foto para ellos en cuanto se les enciende la lucecita. De modo que, a mi ritmo he ido mirando fotos a medida que he tenido tiempo para dedicarle a una actividad tan aburrida como ver mi feo careto con y sin gorra, con unas u otras gafas, con camiseta, con polo o con traje y, cuando he encontrado una que no me disgustaba en exceso, la he mandado.
Claro que esos meses que he tardado parecen haberse hecho eternos para algunos pero, como he dejado claro en esta entrada, no estar en efigie junto al resto de expresidentes no me quita el sueño en absoluto.