Después de hacer los trámites y redactar los estatutos de la asociación de integrantes de la lista de espera del Puerto de Ciutadella, he tomado la decisión personal de no tirar adelante con este proyecto.
Una decisión personal basada en dos consideraciones principales. La primera mi propia situación personal, con una empresa consolidándose y requiriendo todas las horas que le pueda dedicar y una famila creciente a la que no quiero dedicarle ni un minuto menos de lo que se merecen.
La segunda consideraciónes que pese a todos los comentarios que se oyen en los bares, pese a todo lo inadmisible que parece la situación y lagestión del puerto, sólo siete personas se han puesto en contacto conmigo para tirar adelante este proyecto.
A la vista de estos datos uno sólo puede llegar a la conclusión de que (salvo las siete excepciones que he comentado)el menorquín es de naturaleza acomodaticia, que espera a que otros le resuelvan sus problemas mientras se da golpes en el pecho en la barra de un bar sin ser capaz de mover un dedo por defender sus propios intereses.
Pues bien, creo que ya he gastado suficientes energías en defender a este tipo de personas y me toca dedicarme a mis propios asuntos y a otros temas que me afecten más directamente.
Me sorprendería mucho que surgieran nuevas voces críticas que se decidieran a defender el interés general por encima del particular porque en esta isla se le teme mucho al conflicto; a enfrentarse con el vecino; y la gente prefiere mantener una apariencia de beatífica imperturbabilidad antes que decir lo que realmente piensan y poner de manifiesto los atropellos que se dan a diario.
Pues bien, no puedo prometer que me calle porque mi naturaleza me lleva siempre a denunciar aquello que clama al cielo por injusto y arbitrario pero lo que no voy a hacer es dedicar algo que tiene un valor incalculable para mis allegados a un número de la ruleta cuyo premio corresponderá a alguien que no es capaz de mover un dedo por sus intereses ni sus principios.
Lo dejo con la conciencia tranquila porque nadie puede decir con razón que me haya beneficiado jamás de mis actuaciones públicas. Los dejo con la esperanza de que si yo no hago esa labor de denuncia, alguien la eche en falta y decida hacerla él mismo. Ya veremos si esta es una isla de potros o de corderos.
Por último quiero dar las gracias a quienes sí han dado un paso adelante y han estado a mi lado en este proyecto y en tantos otros. Muchas gracias por ser fieles a vuestros principios y tener el coraje que hace falta para defender lo que uno cree que es justo en un entorno tan injusto como es el del Puerto de Ciutadella.
Esta es mi mesa del bar. Desde ella doy mi punto de vista sobre los temas más actuales del sector náutico desde Menorca. Sed bienvenidos y tomad asiento.
domingo, 24 de junio de 2012
domingo, 3 de junio de 2012
La Virtual Federación Española de Vela
Publicado en la Gaceta Náutica del mes de Junio
Todos alguna vez nos hemos preguntado para qué diablos sirve
una Federación Española de Vela. Real o Virtual, da lo mismo. ¿Para qué sirve
tener un presidente a sueldo fijo y dietas con una plana mayor pavoneándose por
todo el mundo si cuando tienen que dar la talla y hacer algo realmente importante
acaban demostrando estrepitosamente que el cargo les viene grande? Y lo
demuestran a conciencia, superando con creces cualquier cota del ridículo y la
ineptitud que se les ponga por delante.
Habrá que recordar episodios de sonrojante ridículo como el
del Challenger of Record “Club Náutico Español de Vela”, invento de nuestra
inefable Federación que propició la desaparición de la Copa América tal y como
había venido siendo siempre para convertirse en una carrera de arañas
multmillonarias.
Otro gran momento de nuestra indescriptible Federación fue
cuando dio su apoyo al famoso decreto que convertía la organización de regatas
en una actividad clandestina de facto, ante la imposibilidad material para los
clubes de cumplir con los nuevos requisitos de seguridad que se decidió
exigirles(barcos de acompañamiento, etc).
Sin embargo nuestra Federación de Vela, cada vez menos Real
y más Virtual, se iba a cubrir de gloria una vez más este mismo año.
En las votaciones en las que se decidía qué clases debían
ser olímpicas en la cita de Brasil 2016, el representante de la federación de
vela de nuestro país votó en contra de la inclusión del windsurf entre dichas
clases olímpicas.
Para quien no lo sepa, incluido nuestro representante en esa
votación, el windsurf ha sido una de las modalidades olímpicas que mejores
resultados internacionales ha dado a nuestro país en toda su historia. En la actualidad tenemos figuras
como Blanca Manchón, Marina Alabau o Iván Pastor entre otros, que están dando
unos resultados excepcionales en cada cita a la que se presentan defendiendo
los colores de nuestro país.
Y “nuestra” federación (ya no sé si es nuestra o a quién
representa en realidad) votó en contra de lo más granado de sus deportistas.
Pero lo peor es que estuvieron negando ese voto en contra
durante varios días hasta que se hizo pública la lista de los países que habían
votado en uno u otro sentido. En el momento en que no se pudo mantener por más
tiempo su mentira, el presidente de la federación dijo que “Sólo ha sido un
error, un simple error al votar”.
Pues vuelve a mentir el presidente porque el error, si no ha
sido una maniobra intencionada motivada por razones económicas o de otro tipo, lo
que ha sido es lamentable, patético, impresentable, escandaloso, devastador y
ya veremos si irreparable. Por lo tanto, lo que seguro que no ha sido es
“simple”.
Y dice después nuestro máximo dirigente deportivo que “asume
la responsabilidad”.
Señor presidente, para asumir una responsabilidad no basta
con decir que se asume y ya está. Hay que luchar por arreglar el desaguisado,
dimitir, despedir al responsable, anular la votación, lo que sea menos
simplemente decir que es otro error que añadir a la lista y que nos quedamos
igual que antes.
Igual que antes es imposible porque por el camino se ha
cargado usted la carrera, las ilusiones, el talento, la motivación y las
esperanzas de toda una generación de deportistas que soñaban con defender
nuestra camiseta en las Olimpiadas de Brasil y ahora están debatiéndose en el
vacío más absoluto mientras usted sigue poniendo la mano al final de cada mes
por un trabajo que no ha hecho: defender a nuestros deportistas.
Nuestra federación debe ser virtual porque si fuera real
estaría donde tiene que estar, haciendo lo que tiene que hacer y defendiendo a
quien tiene que defender. Algo que, en este caso, no ha hecho ni pretende hacer
en absoluto.
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