sábado, 30 de octubre de 2010

Club Gastronómico

Me han comentado varias personas una anécdota que puede arrojar un poco de luz sobre la filosofía de la nueva junta directiva en lo que se refiere a administrar correctamente los recursos del club.
Me refiero a la barbacoa que se hizo al acabar el concurso de pesca con currican de superficie de este año.
Ya sabemos todos que la nueva junta tiene debilidad por las barbacoas y que no les importa ahorrar en monitores si con ello consiguen una barbacoa como Dios manda.
Pero resulta que las barbacoas se tienen que preparar y servir y eso no sólo cansa mucho sino que además ensucia cosa mala.
De forma que lo más normal si uno es demasiado señorito como para ensuciarse las manos en una actividad tan chabacana como es preparar la carne para los socios, es contratar un cocinero profesional por horas que se dedique a una actividad tan impropia del status de la nueva junta.
Si, sí, apreciado socio. El dinero de sus cuotas ha servido para que un cocinero profesional evite que los miembros de la junta se pringuen sus manitas en esa barbacoa que tanto les gusta.
Y no hablemos ya de recoger los bártulos cuando se acaba el festín. Para eso tenemos a los marineros-criados. Ya sé que antes eran los organizadores y participantes los que recogían lo que hubiera por medio pero ahora las cosas han cambiado y es más cómodo y descansado si son otros los que lo hacen.
¿Que cuesta dinero?
Como solía decir uno de los actuales directivos del club:
"Que n'hi ha cap de téu?"

jueves, 21 de octubre de 2010

Entrevista

El pasado domingo un diario local publicó una entrevista de dos páginas al Presidente del Club Náutico de Ciutadella. Lo que sin duda me sorprendió fue que este señor me hiciera el honor de señalarme como único punto negativo de su primer año en el club. Sería sobresaliente que el único punto negativo de su gestión este último año hubiera sido que un socio del club expusiera unas opiniones discrepantes.
Lamentablemente la realidad es otra y algunas luces y bastantes sombras han jalonado la evolución (deriva según algunos) del club en este último año. En este blog se encuentran algunos ejemplos y me temo que muchos más seguirán viendo la luz en esta mesa del bar.
Una de las cosas que me ha sorprendido es la falta de aguante de nuestro actual presidente. Mi junta y yo tuvimos que soportar durante cuatro años críticas, descalificaciones y hasta se nos cortaron las amarras de nuestros barcos para que se golpeasen contra otros una noche de temporal. Ellos llevan tan sólo un año y ya les parece insoportable.
A nosotros todas esas críticas y opiniones discrepantes nunca nos sirvieron como excusa para dejar de trabajar ni para justificar un balance tan mediocre y continuista como el que está firmando la actual junta.
Sin entrar en la cantidad de inexactitudes sobre la marcha del club que contiene la entrevista, le voy a puntualizar un par de cosas a nuestro presidente.
Mi actitud no pretende, como él dice, provocar una división del club. Un club no tiene porqué estar dividido por el hecho de que haya opiniones distintas en su seno. Precisamente eso es uno de los síntomas de que la entidad está viva y no aborregada como a algunos les gustaría.
Todos los intereses de miembros de la junta que puse de manifiesto en una de las primeras entradas de mi blog eran ciertas y lo siguen siendo en la actualidad.
En cuanto a las “insinuaciones malintencionadas” en las que dice que “no entraremos”, me gustaría hacerle notar que se contradice estrepitosamente cuando en el mismo párrafo insinúa malintencionadamente que pretendo usar el club para mi promoción política personal.
Por último quisiera aconsejarle que no caiga en el error de creer que estoy sólo en esta pequeña aventura de mi blog. Si no fuera por los ánimos, comentarios y opiniones que me transmiten gran cantidad de personas, hace tiempo que hubiera dejado de escribir este blog. Además creo que saben perfectamente que los miembros de la antigua junta directiva nos reunimos cada mes indefectiblemente para comentar los temas referentes al club.
Espero que este segundo año el trabajo de la junta se concentre más en la promoción del deporte y menos en tratar de silenciar las opiniones discrepantes de los socios en el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión.

domingo, 17 de octubre de 2010

Un año

El mes pasado este blog cumplió un año de existencia.
Recuerdo como si fuera hoy el día en que decidí hacer públicas mis opiniones y denunciar lo que me perecía injusto en el sector náutico, o al menos en la parte que yo conozco.
Fue una decisión difícil porque lo sencillo era tragar con todas las injusticias y dejar que cada uno apechugue con sus problemas.
Al fin y al cabo ¿porqué enfrentarse con gente que tiene mucho más dinero y más poder que tú por cosas que no te perjudican directamente?
Sin embargo no me arrepiento en absoluto de ello porque ha supuesto para mí el aportar mi granito de arena para que las cosas cambien.
El poner a la luz las vergüenzas de los aprovechados, la inoperancia de la administración, el absolutismo de los elegidos "democráticamente", etc. me ha exigido mucho en términos personales pero, al mismo tiempo, me ha proporcionado una tranquilidad interior que creo que no deben disfrutar algunos de los que han aparecido en mis escritos.
Una de mis mayores satisfacciones ha sido poder conocer a José Luís Miró, Pepe Quiroga y Juan Poyatos, de La Gaceta Náutica y tener la oportunidad y el honor de colaborar con ellos. El contar con su apoyo ha sido uno de los mayores alicientes que he tenido para continuar desvelando los entresijos del sector en Menorca.
Así que encaro el segundo año de Mi Mesa del Bar con ánimos renovados y con la intención de seguir animando a quienes se esfuerzan día a día por su afición y denunciando a quienes se aprovechan de ellos.
Aunque la firma de mis artículos es sólo una, las personas que hay detrás de sus contenidos son muchas y a ellos les tengo que agradecer que se dirijan a mí con sus quejas, sus informaciones y sus testimonios.
También quiero agradecer las múltiples muestras de agradecimiento que he recibido tanto de los artículos publicados en La Gaceta Náutica como en el propio blog.
Finalmente agradecer las muestras de falsa indignación, nerviosismo y pérdida total de papeles de algunas personas que, con sus reacciones, me han hecho ver a mí y a todo el mundo que he acertado en mi opinión y he puesto el dedo en la llaga.

sábado, 2 de octubre de 2010

Listas y Listos de Espera

Publicado en la Gaceta Náutica del mes de Octubre.

Entre los muchos males que aquejan al Puerto de Ciutadella hay uno que sorprende por su inalterabilidad gobierne el partido que gobierne. Me refiero a la mala gestión de las listas de espera de los amarres de base.
Son muchas las personas que tienen depositadas en las listas de espera sus esperanzas de conseguir un amarre y así poder dar salida a su afición por la mar y por los deportes náuticos.
Para figurar en ese trozo de papel que es la lista de espera se paga una tasa de 92,75 € IVA incluído, lo que a más de uno le parecerá desorbitado, pero todo sea por conseguir el ansiado amarre.
Sin embargo en el puerto de Ciutadella las listas de espera se encuentran petrificadas desde hace casi 20 años para desesperación de muchos .
Nadie en el puerto ha visto nunca asignar un amarre de acuerdo con la lista de espera.
Lo único que ha hecho Ports de les Illes Balears ha sido publicar la lista en su página web, de manera que todo el mundo pueda comprobar por sí mismo que no se mueve lo más mínimo con el paso del tiempo.
Sin embargo son muchas las embarcaciones del puerto que cambian de manos y así, con un sobreprecio por el amarre y poniendo la barca a nombre de más de una persona, se transmiten los amarres sin que la administración trate de ponerle ningún tipo de freno.
Los vendedores de amarres se enriquecen traficando con bienes que nunca les han pertenecido y los espabilados buscadores de atajos consiguen en unas horas lo que muchos llevan lustros esperando “del recto proceder” de la administración.
En ocasiones se observa cómo alguna empresa de alquiler de embarcaciones consigue amarres para todo el verano pasando por delante de las personas físicas, en contra del espíritu y de la letra del decreto 61/2001 de 20 de abril, que regula el procedimiento y el régimen para las autorizaciones temporales de amarre para embarcaciones de recreo.
Otro caso es el de personas que tienen más de un amarre en diferentes puertos de la isla. Basta con poner cada amarre a nombre de un miembro distinto de la misma familia o de un testaferro al uso. Esta práctica viene facilitada por el hecho de que Ports de les Illes Balears aún no se ha decidido a dar cumplimiento al artículo 66 de la ley 10/2005 de 21 de junio que obliga a la creación y mantenimiento de un registro de usuarios de amarres. A lo mejor nuestros nietos verán en vida esta herramienta tan importante para la lucha contra el fraude en los amarres.
Por último está el armador avispado que ha decidido cambiar de eslora sin recabar el permiso de Ports y ha crecido de forma desmesurada por encima de las dimensiones de su amarre, dificultando e incluso impidiendo la maniobra de entrada y salida de sus vecinos ante la pasividad de la administración.
Los responsables de Ports de les Illes Balears conocen perfectamente esta situación y durante los últimos años han ido recabando la documentación necesaria para reordenar el puerto y eliminar la gran cantidad de irregularidades que existen tanto en la titularidad de las embarcaciones como en la de los amarres.
Sin embargo, cuando parecía que se iba a iniciar la reordenación y que finalmente alguien iba a coger el toro por los cuernos, el proceso se ha congelado por la proximidad de las elecciones y la posible impopularidad de las necesarias medidas que deben tomarse.
Otro año más en que la lista de espera seguirá cubriéndose de polvo colgada de la web de Ports de les Illes Balears. Otro año en que los especuladores sin escrúpulos seguirán comerciando con el patrimonio de todos delante de las narices de la administración. Otro año en el que las arcas de esa misma administración seguirán inflándose a base de tasas por iniciar expedientes para engrosar la lista de espera. Otro año para que la paciencia de los ciudadanos siga poniéndose a prueba y acercándose peligrosamente a su límite.