Ya sólo me queda por comentar los últimos detalles de la pasada asamblea.
Uno de ellos es un simple detalle de forma pero que tiene su importancia. En lugar de tratar de aprobar los presupuestos y los diferentes puntos del orden del día diciendo: "¿Se aprueba, ¿no?. Pues venga", queda mucho más elegante pedir a los asistentes si existen votos en contra. Si no los hay, se aprueba y si los hay se pide si hay votos a favor y así se aprueba o no el punto.
Es más elegante y hasta más ajustado a las normas que rigen estos actos.
En cuanto a lo que se pasó por alto hay que hacer notar un punto en particular. Se dijo que el saldo de deudores estaba inflado por 12.000 euros pendientes de ejecución de un proceso judicial ganado en firme.
Lo que no se dijo es que además de esos 12.000 hay unos 40.000 pendientes por el mismo concepto y que parece que nadie quiere que se hable de ellos.
Esos 40.000 están facturados por el club y su IVA está pagado.
Esos 40.000 serían importantísimos para sufragar las obras que se tendrán que hacer en Cala'n Busquets y nada justifica que se le perdonen a quien nos los debe.
Son de los socios y al club le hacen falta, o sea que la junta no puede "hacerle un favor" a quien debe ese dinero porque sería una negligencia grave y una falta en su deber de defender los intereses del club.
Espero que se hagan las gestiones necesarias para recuperar ese dinero que, visto lo visto, va a ser muy necesario en el futuro inmediato.
Por lo demás creo que la asamblea se desarrolló con corrección, salvo lo apuntado en otras entradas sobre puestas en escena, desconocimientos de ilegalidades y preguntitas acordadas de antemano.
Esperemos que de aquí a la próxima asamblea se hayan mejorado muchas cosas y sobre todo que se hayan cobrado diligentemente todas las deudas pendientes.
Esta es mi mesa del bar. Desde ella doy mi punto de vista sobre los temas más actuales del sector náutico desde Menorca. Sed bienvenidos y tomad asiento.
jueves, 29 de abril de 2010
martes, 27 de abril de 2010
APROVECHANDO EL CANAL
La prensa de hoy trae una propuesta interesante: Aprovechar el canal entre el dique exterior y el interior para el amarre de barcos de tránsito.
La idea es hacer amarrable el espacio entre los dos diques rebajando la altura de los mismos hasta los dos metros.
En principio siempre he dado la bienvenida a todo lo que suponga aprovechar los espacios portuarios y fomentar el turismo náutico propiciando la creación de amarres de tránsito.
Sin embargo, en esta ocasión existen algunos "pero" que creo que son importantes.
Primero, hay que tener en cuenta que la fecha prevista de finalización de las obras del dique es Octubre de este año. Eso nos da un márgen muy escaso para acondicionar el interior del puerto de Ciutadella y reordenar y ampliar sus amarres de cara a la temporada de 2011.
Por lo tanto, cualquier propuesta que suponga un retraso en la entrada en funcionamiento del dique de Son Blanc, debería descartarse de entrada. No podemos perder otra temporada.
Segundo habría que evaluar cómo afectaría el tráfico de barcos de recreo a la operatividad del muelle de poniente (asignado a Balearia). Sabemos que se planea amarrar allí barcos de esloras considerables, que bloquearían el acceso al canal donde ahora se quiere amarrar embarcaciones de tránsito. Las amarras que un barco así debería dar al dique exterior harían que ese espacio no fuera practicable para veleros, por lo que habilitar el espacio entre los diques para amarrar podría ser un foco de conflictos para el aprovechamiento máximo de la alineación de amarre de poniente.
En cualquier caso, una vez el dique esté operativo y se amarren los barcos de línea que van en cada una de las alineaciones se pueden conocer con más datos la compatibilidad de otros usos que se puedan dar a esas infraestructuras.
Lo de rebajar la altura del segundo dique desde los 4,5 hasta los 2 metros lo veo inviable por dos motivos. El primero que si se proyectó a esta altura fue porque era necesario para cumplir con su cometido de protección del interior. Nadie tira el hormigón si se lo puede ahorrar, y más después de las negociaciones que mantuvieron Ports con Ferrovial para aumentar el presupuesto de la obra.
El segundo motivo es que siempre se pueden habilitar pasarelas de madera u otros materiales para rebajar la altura de amarre en el canal, como las hay en el propio puerto de Ciutadella.
Otro factor a tener en cuenta es que el espacio entre el dique interior y el exterior es de 30 metros. Si abarloamos dos barcos de unos 5 metros de manga, nos quedan 20 metros para maniobrar. Como un barco necesita por lo menos una vez y media su eslora para maniobrar en un canal, vemos que la eslora máxima de los barcos que pueden utilizar ese espacio es muy justa para lo que son hoy día los barcos de charter náutico.
La idea de poner cristales en el dique exterior me parece muy original.
En una obra cuyo coste se ha doblado y cuyo plazo se ha rebasado amplísimamente me parece que plantear este tipo de añadidos sin saber aún si son necesarios es muy original por no utilizar otros adjetivos.
La persona que ha ideado esta medida sólo puede tener como objetivo que se gaste más dinero aún en esta obra o que se dilate aún más su entrada en funcionamiento.
En cuanto a la noticia en sí, el diario dedica mucho trabajo a ocultar sus fuentes. Tiene todo el derecho del mundo a hacerlo, al igual que yo tengo todo el derecho del mundo a decir que la primera vez que tuve conocimiento de esta propuesta, hace ya algunos meses, provenía de una de las tres navieras que deben operar en el dique de Son Blanc.
Como las navieras no son entidades benéficas y rara vez se preocupan por fomentar el crecimiento de los amarres de tránsito (especialmente si ese crecimiento se da cerca de su zona de operaciones), no tengo más remedio que pensar que estas propuestas pueden buscar otros objetivos, como limitar la eslora y la operatividad de los barcos de sus competidores, retrasar la entrada en funcionamiento del dique mientras se consiguen recursos para un nuevo barco o cualquier otro que no tenga nada que ver con lo que parece a primera vista.
Veremos lo que dicen nuestros políticos.
La idea es hacer amarrable el espacio entre los dos diques rebajando la altura de los mismos hasta los dos metros.
En principio siempre he dado la bienvenida a todo lo que suponga aprovechar los espacios portuarios y fomentar el turismo náutico propiciando la creación de amarres de tránsito.
Sin embargo, en esta ocasión existen algunos "pero" que creo que son importantes.
Primero, hay que tener en cuenta que la fecha prevista de finalización de las obras del dique es Octubre de este año. Eso nos da un márgen muy escaso para acondicionar el interior del puerto de Ciutadella y reordenar y ampliar sus amarres de cara a la temporada de 2011.
Por lo tanto, cualquier propuesta que suponga un retraso en la entrada en funcionamiento del dique de Son Blanc, debería descartarse de entrada. No podemos perder otra temporada.
Segundo habría que evaluar cómo afectaría el tráfico de barcos de recreo a la operatividad del muelle de poniente (asignado a Balearia). Sabemos que se planea amarrar allí barcos de esloras considerables, que bloquearían el acceso al canal donde ahora se quiere amarrar embarcaciones de tránsito. Las amarras que un barco así debería dar al dique exterior harían que ese espacio no fuera practicable para veleros, por lo que habilitar el espacio entre los diques para amarrar podría ser un foco de conflictos para el aprovechamiento máximo de la alineación de amarre de poniente.
En cualquier caso, una vez el dique esté operativo y se amarren los barcos de línea que van en cada una de las alineaciones se pueden conocer con más datos la compatibilidad de otros usos que se puedan dar a esas infraestructuras.
Lo de rebajar la altura del segundo dique desde los 4,5 hasta los 2 metros lo veo inviable por dos motivos. El primero que si se proyectó a esta altura fue porque era necesario para cumplir con su cometido de protección del interior. Nadie tira el hormigón si se lo puede ahorrar, y más después de las negociaciones que mantuvieron Ports con Ferrovial para aumentar el presupuesto de la obra.
El segundo motivo es que siempre se pueden habilitar pasarelas de madera u otros materiales para rebajar la altura de amarre en el canal, como las hay en el propio puerto de Ciutadella.
Otro factor a tener en cuenta es que el espacio entre el dique interior y el exterior es de 30 metros. Si abarloamos dos barcos de unos 5 metros de manga, nos quedan 20 metros para maniobrar. Como un barco necesita por lo menos una vez y media su eslora para maniobrar en un canal, vemos que la eslora máxima de los barcos que pueden utilizar ese espacio es muy justa para lo que son hoy día los barcos de charter náutico.
La idea de poner cristales en el dique exterior me parece muy original.
En una obra cuyo coste se ha doblado y cuyo plazo se ha rebasado amplísimamente me parece que plantear este tipo de añadidos sin saber aún si son necesarios es muy original por no utilizar otros adjetivos.
La persona que ha ideado esta medida sólo puede tener como objetivo que se gaste más dinero aún en esta obra o que se dilate aún más su entrada en funcionamiento.
En cuanto a la noticia en sí, el diario dedica mucho trabajo a ocultar sus fuentes. Tiene todo el derecho del mundo a hacerlo, al igual que yo tengo todo el derecho del mundo a decir que la primera vez que tuve conocimiento de esta propuesta, hace ya algunos meses, provenía de una de las tres navieras que deben operar en el dique de Son Blanc.
Como las navieras no son entidades benéficas y rara vez se preocupan por fomentar el crecimiento de los amarres de tránsito (especialmente si ese crecimiento se da cerca de su zona de operaciones), no tengo más remedio que pensar que estas propuestas pueden buscar otros objetivos, como limitar la eslora y la operatividad de los barcos de sus competidores, retrasar la entrada en funcionamiento del dique mientras se consiguen recursos para un nuevo barco o cualquier otro que no tenga nada que ver con lo que parece a primera vista.
Veremos lo que dicen nuestros políticos.
viernes, 23 de abril de 2010
EL DIQUE CRECE
Esta semana la prensa local ha publicado que el dique de Ciutadella se hace mayor. No tanto porque siga cumpliendo años en obras sino porque se ha decidido alargarlo... con dos cajones.
Hace varias semanas que se venían oyendo rumores en este sentido y había quien decía que se había visto trabajar a las barcazas echando materiales a continuación de la punta del dique exterior.
Sin embargo es el propio consejo de administración de Ports de les Illes Balears quien ha encargado la redacción de un proyecto para mejorar la protección de las aguas interiores del dique, alargando su longitud en unos 80 metros más.
Esta decisión tiene dos implicaciones. Una segura y otra no tanto.
La segura es que el coste del dique no se va a parar en los casi 70 millones de euros que lleva hasta ahora, sino que habrá que añadir unos cuantos más. Además esos millones extra irán a parar a Ferrovial, por ser la empresa que dispone en estos momentos de las infraestructuras necesarias para fabircar los cajones extra.
La segunda implicación sería que se retrasase la entrada en funcionamiento del dique. Sin embargo espero de las administraciones implicadas que algo así no se permita.
Cada día que se retrasa esta obra se le niega a Ciutadella una de las oportunidades más importantes para poder capear la terrible crisis que padece.
Por ese motivo no es admisible ni un día de retraso en la fecha de entrada en funcionamiento del dique prevista para el mes de octubre de este año.
No se pueden aceptar más excusas. El dique tiene que empezar a funcionar cuanto antes.
Después tendremos tiempo de investigar cómo ha logrado Ferrovial saltarse todos los plazos del proyecto acumulando un retraso inexplicable y cobrar el doble de lo que dijo que cobraría por hacer esta obra.
Seguro que nos enteramos de cosas interesantes.
Hace varias semanas que se venían oyendo rumores en este sentido y había quien decía que se había visto trabajar a las barcazas echando materiales a continuación de la punta del dique exterior.
Sin embargo es el propio consejo de administración de Ports de les Illes Balears quien ha encargado la redacción de un proyecto para mejorar la protección de las aguas interiores del dique, alargando su longitud en unos 80 metros más.
Esta decisión tiene dos implicaciones. Una segura y otra no tanto.
La segura es que el coste del dique no se va a parar en los casi 70 millones de euros que lleva hasta ahora, sino que habrá que añadir unos cuantos más. Además esos millones extra irán a parar a Ferrovial, por ser la empresa que dispone en estos momentos de las infraestructuras necesarias para fabircar los cajones extra.
La segunda implicación sería que se retrasase la entrada en funcionamiento del dique. Sin embargo espero de las administraciones implicadas que algo así no se permita.
Cada día que se retrasa esta obra se le niega a Ciutadella una de las oportunidades más importantes para poder capear la terrible crisis que padece.
Por ese motivo no es admisible ni un día de retraso en la fecha de entrada en funcionamiento del dique prevista para el mes de octubre de este año.
No se pueden aceptar más excusas. El dique tiene que empezar a funcionar cuanto antes.
Después tendremos tiempo de investigar cómo ha logrado Ferrovial saltarse todos los plazos del proyecto acumulando un retraso inexplicable y cobrar el doble de lo que dijo que cobraría por hacer esta obra.
Seguro que nos enteramos de cosas interesantes.
miércoles, 21 de abril de 2010
SEIS MIL VISITAS
Antes de continuar con las entradas del blog me gustaría agradecer su fidelidad a las personas que lo visitan asiduamente.
Se puede estar de acuerdo o no con mis opiniones pero son las visitas las que dan vida a un blog y las que me animan a seguir.
Gracias a todos.
Se puede estar de acuerdo o no con mis opiniones pero son las visitas las que dan vida a un blog y las que me animan a seguir.
Gracias a todos.
domingo, 18 de abril de 2010
LA ASAMBLEA (II)
Bueno, pues la Asamblea ciertamente tuvo bastante miga.
Buena entrada para lo que dan de sí estos actos y la "nueva" junta presente casi en pleno.
La primera parte fue bastante aburrida, con la lectura del acta anterior y su aprobación.
Cuando se llegó a la presentación de cuentas sorprendió que no se presentasen comparativos con la excusa de un cambio en los criterios contables. Posiblemente fuera así, pero el caso es que los socios se fueron sin poder saber dónde se mejoraba y dónde se empeoraba, sobre todo en partidas como gastos de representación, revista anual, publicidad.... Creo que no hubiera sido un esfuerzo tan grande adaptar el año anterior a los nuevos criterios, pero...
Lo que más sorprendió de la asamblea fue la puesta en escena.
A la antigua junta nunca se nos ocurrió poner entre el público a ningún amiguete para que nos hiciera unas preguntas "oportunas". Porque los que hicieron esas preguntas fueron personas que nadie puede decir que no conocieran las respuestas a las mismas. Entre otras cosas porque cada semana están sentados en la misma mesa que la nueva junta o bien son familiares próximos de alguno de sus integrantes.
Como en el club todos nos conocemos, fuen un detalle que no se le escapó a nadie.
"¿Cuántas altas nuevas se dieron en el último trimestre de 2009 al cambiar de junta?" El doble de las que se hicieron en los otros tres trimestres.
Bravo. Medalla para la nueva junta. Pero...¿tiene eso algo que ver con que se eliminara la cuota de entrada durante esos tres meses?
Yo creo que si, y creo que quienes se dieron de alta antes de eliminar esa cuota de entrada no deben estar muy contentos con el hecho de haber quedado como unos primos.
El caso es que el resultado de esa acción no debe haber sido tan positivo cuando se ha eliminado en 2010.
Luego una persona que está harta de hablar de ello en la mesa del bar preguntó sobre un ancla y así se pudieron decir cuatro gracias sobre el tema.
Otra brillante puesta en escena.
Como ya comentó en su día un miembro de la antigua junta, ese ancla se estaba deshaciendo como se deshacen las que se han puesto en el Castillo de San Nicolás, con el agravante de que ocupaba un espacio necesario en el Moll de la Trona.
Cuando el gerente nos comunicó que había una oferta por ella, creímos que el club estaba más necesitado de dinero y espacio que de óxido y herrumbre.
Lo que realmente me sorprendería es que apareciera el propietario de ese ancla y la reclamase, como se dijo. Entre otras cosas porque la factura de ocupación de patio de varada que tendría que pagar al club sería bastante jugosa.
Por cierto, que cierto periodista se preguntaba en una ocasión en qué se habían gastado los dineros del ancla.
Le puedo decir sin miedo a equivocarme que no se gastaron ni en cajas de gambas "voladoras", ni en lavadoras ni en viajes ni en regalos a miembros de juntas de otros clubes ni de federaciones.
En ese momento el club necesitaba dinero para barcos, motores, monitores, obras de la nueva concesión y un largo etcétera.
Otro punto curioso es que la asamblea de 2008 acordó no renovar el contrato de quienes se tenían sospechas fundadas de haber transmitido fraudulentamente su amarre.
La nueva junta comunicó que no se había respetado este acuerdo "por no tener constancia de tales transferencias fraudulentas".
Como dice aquel..."Sorprende y no sorprende".
Bueno, todavía hay mucho más que comentar de la asamblea, pero lo dejaremos para otro día.
Buena entrada para lo que dan de sí estos actos y la "nueva" junta presente casi en pleno.
La primera parte fue bastante aburrida, con la lectura del acta anterior y su aprobación.
Cuando se llegó a la presentación de cuentas sorprendió que no se presentasen comparativos con la excusa de un cambio en los criterios contables. Posiblemente fuera así, pero el caso es que los socios se fueron sin poder saber dónde se mejoraba y dónde se empeoraba, sobre todo en partidas como gastos de representación, revista anual, publicidad.... Creo que no hubiera sido un esfuerzo tan grande adaptar el año anterior a los nuevos criterios, pero...
Lo que más sorprendió de la asamblea fue la puesta en escena.
A la antigua junta nunca se nos ocurrió poner entre el público a ningún amiguete para que nos hiciera unas preguntas "oportunas". Porque los que hicieron esas preguntas fueron personas que nadie puede decir que no conocieran las respuestas a las mismas. Entre otras cosas porque cada semana están sentados en la misma mesa que la nueva junta o bien son familiares próximos de alguno de sus integrantes.
Como en el club todos nos conocemos, fuen un detalle que no se le escapó a nadie.
"¿Cuántas altas nuevas se dieron en el último trimestre de 2009 al cambiar de junta?" El doble de las que se hicieron en los otros tres trimestres.
Bravo. Medalla para la nueva junta. Pero...¿tiene eso algo que ver con que se eliminara la cuota de entrada durante esos tres meses?
Yo creo que si, y creo que quienes se dieron de alta antes de eliminar esa cuota de entrada no deben estar muy contentos con el hecho de haber quedado como unos primos.
El caso es que el resultado de esa acción no debe haber sido tan positivo cuando se ha eliminado en 2010.
Luego una persona que está harta de hablar de ello en la mesa del bar preguntó sobre un ancla y así se pudieron decir cuatro gracias sobre el tema.
Otra brillante puesta en escena.
Como ya comentó en su día un miembro de la antigua junta, ese ancla se estaba deshaciendo como se deshacen las que se han puesto en el Castillo de San Nicolás, con el agravante de que ocupaba un espacio necesario en el Moll de la Trona.
Cuando el gerente nos comunicó que había una oferta por ella, creímos que el club estaba más necesitado de dinero y espacio que de óxido y herrumbre.
Lo que realmente me sorprendería es que apareciera el propietario de ese ancla y la reclamase, como se dijo. Entre otras cosas porque la factura de ocupación de patio de varada que tendría que pagar al club sería bastante jugosa.
Por cierto, que cierto periodista se preguntaba en una ocasión en qué se habían gastado los dineros del ancla.
Le puedo decir sin miedo a equivocarme que no se gastaron ni en cajas de gambas "voladoras", ni en lavadoras ni en viajes ni en regalos a miembros de juntas de otros clubes ni de federaciones.
En ese momento el club necesitaba dinero para barcos, motores, monitores, obras de la nueva concesión y un largo etcétera.
Otro punto curioso es que la asamblea de 2008 acordó no renovar el contrato de quienes se tenían sospechas fundadas de haber transmitido fraudulentamente su amarre.
La nueva junta comunicó que no se había respetado este acuerdo "por no tener constancia de tales transferencias fraudulentas".
Como dice aquel..."Sorprende y no sorprende".
Bueno, todavía hay mucho más que comentar de la asamblea, pero lo dejaremos para otro día.
viernes, 16 de abril de 2010
ASAMBLEA
Ayer hice una entrada criticando el que la web del club diera mucho peso a temas gastronómicos y folclorico-pirotécnicos en detrimento de la información sobre las actividades deportivas.
Como al día siguiente apareció toda la información que yo reclamaba, he optado por retirar la entrada. Creo que es de justicia reconocer cuando se reacciona y se corrigen errores u omisiones.
Por eso tengo que reconocer que los responsables del club han reaccionado bien en este caso.
Por la tarde hemos tenido asamblea.
Una asamblea con el doble de participación de lo habitual y en la que creo que había mucha expectación por ver a la "nueva" junta en acción.
Como ha dado mucho juego y hoy ya es un poco tarde, comentaré el contenido de la asamblea en una próxima entrada de este blog.
Como al día siguiente apareció toda la información que yo reclamaba, he optado por retirar la entrada. Creo que es de justicia reconocer cuando se reacciona y se corrigen errores u omisiones.
Por eso tengo que reconocer que los responsables del club han reaccionado bien en este caso.
Por la tarde hemos tenido asamblea.
Una asamblea con el doble de participación de lo habitual y en la que creo que había mucha expectación por ver a la "nueva" junta en acción.
Como ha dado mucho juego y hoy ya es un poco tarde, comentaré el contenido de la asamblea en una próxima entrada de este blog.
martes, 13 de abril de 2010
AHORA COSTAS
Pues sí, parece que no nos van a dar un respiro.
Ahora se despierta Costas y se dedica a empapelar a los pobres desgraciados (dicho con cariño) que se fueron a Fornells por no poder pagar las tarifas de Trapsa.
A ellos y a los que llevan años fondeando en esa bahía por no disponer de otra alternativa, como los usuarios de Na Peu y tantos otros.
Claro que hay quien dice que estos tipos se estaban aprovechando de la inacción de la administración y que no pagaban amarre mientras tantos otros pagan en los puertos de la isla.
El caso es que muchos de los que están en Fornells lo están porque no existe otra forma de amarrar en esta isla en verano.
Entre la falta de amarres en Ponent y la venta al mejor postor que se ha hecho con los de Llevant, una persona que no quiera sobornar funcionarios, comprar amarres ilegalmente en Ciutadella, o no disponga de la pasta indecente que te piden Trapsa u Ocibar por un trozo de agua, no tenía más opción que buscar una boya en Fornells y aguantar.
El caso es que dicen que, como han puesto cuatro pantalanes a disposición de los que los quieran utilizar, que ya no se puede fondear y que el que fondee, multa y a otra cosa.
El problema es que la mayoría de los multados son veleros.
Para información de los responsables de Costas, les comunico que un velero es un artilugio flotante que se caracteriza, entre otras cosas, por tener una orza en su parte inferior que le hace alcanzar más del triple del calado que tiene una motora de la misma eslora.
O sea, que si una motora puede amarrar en medio metro de agua, un velero de la misma eslora necesitará metro y medio de fondo para amarrar a un pantalán.
Este factor, insignificante para los cerebros pensantes de la demarcación de Costas, hace que sea imposible amarrar veleros en casi todos los amarres que se han habilitado en Fornells estos últimos años. Los dos pantalanes que "compraron" a Platform 100 el año pasado están en un metro escaso de agua y sólo en la punta de los pantalanes pivotados que montaron hace dos años se puede amarrar un velero sin riesgo de quedarse tan pivotado como los pantalanes.
De forma que decir que se les da una alternativa a los propietarios de los veleros que están fondeados en la bahía es una soberana mentira fruto de la malicia o de la ignorancia de quien la diga.
Otro factor que para Costas pasa totalmente desapercibido, encegados como están en arrancar multas de su talonario, es que los veleros no tienen la opción que tienen las motoras de sacarse del agua y guardarse en una marina seca. Un velero de ocho metros, con metro ochenta de calado, un metro de francobordo y otro de superestructuras, no puede ponerse encima de un camión y llevarse de aquí para allá al antojo de uno.
Necesita un amarre durante el invierno.
Y eso es lo que Fornells no tiene. Cuando a sus responsables les parece bien, se quitan los pantalanes flotantes a final de temporada y si te he visto, no me acuerdo.
Y como Ports de Balears, en Ciutadella, hace varios años que no admite barcos para invernar en los numerosos huecos que tienen en temporada baja, pues hay que meterse el barco donde uno pueda.
En definitiva, que a Costas lo que le gusta es dejar que otras administraciones como el Consell le hagan su trabajo y le planifiquen la costa, mientras ellos sacan la máquina registradora y el bloc de multas y se dedican a amargarle la vida al ya de por sí amargado armador sin amarre.
Ahora se despierta Costas y se dedica a empapelar a los pobres desgraciados (dicho con cariño) que se fueron a Fornells por no poder pagar las tarifas de Trapsa.
A ellos y a los que llevan años fondeando en esa bahía por no disponer de otra alternativa, como los usuarios de Na Peu y tantos otros.
Claro que hay quien dice que estos tipos se estaban aprovechando de la inacción de la administración y que no pagaban amarre mientras tantos otros pagan en los puertos de la isla.
El caso es que muchos de los que están en Fornells lo están porque no existe otra forma de amarrar en esta isla en verano.
Entre la falta de amarres en Ponent y la venta al mejor postor que se ha hecho con los de Llevant, una persona que no quiera sobornar funcionarios, comprar amarres ilegalmente en Ciutadella, o no disponga de la pasta indecente que te piden Trapsa u Ocibar por un trozo de agua, no tenía más opción que buscar una boya en Fornells y aguantar.
El caso es que dicen que, como han puesto cuatro pantalanes a disposición de los que los quieran utilizar, que ya no se puede fondear y que el que fondee, multa y a otra cosa.
El problema es que la mayoría de los multados son veleros.
Para información de los responsables de Costas, les comunico que un velero es un artilugio flotante que se caracteriza, entre otras cosas, por tener una orza en su parte inferior que le hace alcanzar más del triple del calado que tiene una motora de la misma eslora.
O sea, que si una motora puede amarrar en medio metro de agua, un velero de la misma eslora necesitará metro y medio de fondo para amarrar a un pantalán.
Este factor, insignificante para los cerebros pensantes de la demarcación de Costas, hace que sea imposible amarrar veleros en casi todos los amarres que se han habilitado en Fornells estos últimos años. Los dos pantalanes que "compraron" a Platform 100 el año pasado están en un metro escaso de agua y sólo en la punta de los pantalanes pivotados que montaron hace dos años se puede amarrar un velero sin riesgo de quedarse tan pivotado como los pantalanes.
De forma que decir que se les da una alternativa a los propietarios de los veleros que están fondeados en la bahía es una soberana mentira fruto de la malicia o de la ignorancia de quien la diga.
Otro factor que para Costas pasa totalmente desapercibido, encegados como están en arrancar multas de su talonario, es que los veleros no tienen la opción que tienen las motoras de sacarse del agua y guardarse en una marina seca. Un velero de ocho metros, con metro ochenta de calado, un metro de francobordo y otro de superestructuras, no puede ponerse encima de un camión y llevarse de aquí para allá al antojo de uno.
Necesita un amarre durante el invierno.
Y eso es lo que Fornells no tiene. Cuando a sus responsables les parece bien, se quitan los pantalanes flotantes a final de temporada y si te he visto, no me acuerdo.
Y como Ports de Balears, en Ciutadella, hace varios años que no admite barcos para invernar en los numerosos huecos que tienen en temporada baja, pues hay que meterse el barco donde uno pueda.
En definitiva, que a Costas lo que le gusta es dejar que otras administraciones como el Consell le hagan su trabajo y le planifiquen la costa, mientras ellos sacan la máquina registradora y el bloc de multas y se dedican a amargarle la vida al ya de por sí amargado armador sin amarre.
miércoles, 7 de abril de 2010
UNA DE NAVIERAS
Las líneas comerciales que trabajan en el puerto de Ciutadella constituyen un condicionante muy importante de toda la actividad en el mismo.
El acceso y maniobra de embarcaciones de esas dimensiones en un puerto tan reducido no deja de llamar la atención de los visitantes, que quedan maravillados por lo ajustado de sus evoluciones.
Sin embargo Ciutadella ha apoyado siempre el mantenimiento de líneas regulares con Mallorca y con la Península, por los efectos positivos que ese tipo de comunicaciones tienen sobre el turismo, la indústria y el comercio.
Ese efecto positivo tiene como contrapartida una importantísima limitación para la realización del resto de actividades del puerto (recreativas, pesqueras y de excursiones marítimas) que llegó a su máximo cuando se decidió instalar semáforos en el puerto y proceder a su cierre cada vez que un buque de gran porte maniobrase en el mismo.
Esta nueva regulación llevó a situaciones de virtual bloqueo del puerto cuando las navieras aumentaban su actividad (Sant Joan, etc.), dejando claro que se primaba el interés de esas empresas por encima de los demás sectores y agentes que operaban en el puerto.
El mantenimiento de estas líneas junto con la necesidad de aumentar la seguridad de sus maniobras y el imprescindible incremento de plazas de amarre fueron las varibles que se incluyeron en la ecuación cuyo resultado fue el dique exterior que se está construyendo en la bahía.
Sin embargo no todos los gatos son pardos y no todas las navieras son iguales.
La de mayor antigüedad en nuestro puerto, Iscomar, es la única que realiza sus trayectos durante todo el año, dando así respuesta a las necesidades de comunicación de nuestra población de forma contínua y adecuada. Sin embargo su continuidad se ha visto amenazada por problemas de índole financiera que le han obligado a reducir sus operaciones de forma muy considerable en los otros puertos en los que opera. Son varias las voces que se alzan diciendo que los días de Iscomar están contados por la fuerza de su competencia y lo obsoleto de su embarcación.
La segunda compañia es Balearia. Con sólo diez años de andadura y bajo el paraguas de la familia Matutes, vino a Ciutadella de la mano de Pau Lluch para operar con un barco "diseñado para el Puerto de Ciutadella". Se ve que se les fue un poco el lápiz porque el barco en cuestión se dedicó a arrancar mástiles de veleros prácticamente desde que llegó y tanto fue así que hubo que trasladar embarcaciones a otros lugares para hacer el puerto a medida del barco que teóricamente estaba hecho a medida del puerto.
Otra alegría que nos llevamos los usuarios del puerto con la llegada del Ramón Llull fue la velocidad de entrada y salida.
Mientras en otros puertos la velocidad de maniobra es de unos tres nudos, ese barco diseñado para el puerto de Ciutadella lo hace hasta a doce nudos cuando hay un poco de viento, destrozando amarras y descoyuntando los pantalanes de Cala'n Busquets día tras día.
Las quejas que se presentaron a Capitanía Marítima y a Ports de les Illes Balears se quedaron en vía muerta.
Un apunte sobre el oportunismo de esta naviera lo encontramos cuando vemos que tres de sus cuatro últimos barcos navegan bajo bandera de conveniencia para eludir la fiscalidad española y quedar sujetos a la legislación mucho más permisiva de la marina civil de Malta.
La proliferación de banderas de conveninecia es un problema muy grave ya que los responsables de la supervisión del cumplimiento de las medidas de seguridad son los propios del país donde está abanderado el buque y Malta, Chipre, etc. no disponen del personal ni de los medios necesarios para asegurar esa supervisión. Este es uno de los factores con los que juegan quienes abanderan sus barcos en estos países.
Se echa en falta que, al otorgar una concesión de una línea regular, las autoridades españolas no valoren negativamente la utilización de banderas de conveniencia.
La tan deseada conexión con Barcelona se realiza tan sólo unos meses al año, ya que esta naviera tiene una "parada técnica"inusualmente larga y los meses de invierno opera tan sólo con Alcudia. Se ve que al diseñar el barco para el Puerto de Ciutadella se olvidaron de que tenía que atravesar la boca del Golfo de León para ir a Barcelona.
Una tercera compañía es la que opera con Cala Ratjada. Esta naviera cuenta con un historial un tanto turbio de liquidaciones y reconstituciones. Sólo opera cuando existe un exceso de demanda de pasajes para Menorca (desde Semana Santa hasta el fin del verano) y por tener el barco más pequeño de los tres es la que menos fiabilidad tiene en sus trayectos.
Opera bajo bandera chipriota para beneficiarse, como hemos visto, de mejores condiciones legislativas y fiscales.
Habiendo ya dos líneas regulares con Mallorca, esta tercera les parece a muchos claramente prescindible, sobre todo porque ocupa un espacio en el puerto que sería muy necesario para embarcaciones de tránsito.
En definitiva, la separación del tráfico comercial del resto de usos que se llevará a cabo con el nuevo dique será recibida como agua de mayo por todos los sectores por motivos diferentes.
Las navieras podrán utilizar buques de mayor porte sin los riesgos de maniobrar en una rada tan reducida y peligrosa como la de Ciutadella.
A los usuarios de embarcaciones de recreo nos van a quitar un peso de encima y el Puerto de Ciutadella dejará de estar encorsetado por los requerimientos de espacio, de cierre del puerto, etc. de las líneas regulares.
El acceso y maniobra de embarcaciones de esas dimensiones en un puerto tan reducido no deja de llamar la atención de los visitantes, que quedan maravillados por lo ajustado de sus evoluciones.
Sin embargo Ciutadella ha apoyado siempre el mantenimiento de líneas regulares con Mallorca y con la Península, por los efectos positivos que ese tipo de comunicaciones tienen sobre el turismo, la indústria y el comercio.
Ese efecto positivo tiene como contrapartida una importantísima limitación para la realización del resto de actividades del puerto (recreativas, pesqueras y de excursiones marítimas) que llegó a su máximo cuando se decidió instalar semáforos en el puerto y proceder a su cierre cada vez que un buque de gran porte maniobrase en el mismo.
Esta nueva regulación llevó a situaciones de virtual bloqueo del puerto cuando las navieras aumentaban su actividad (Sant Joan, etc.), dejando claro que se primaba el interés de esas empresas por encima de los demás sectores y agentes que operaban en el puerto.
El mantenimiento de estas líneas junto con la necesidad de aumentar la seguridad de sus maniobras y el imprescindible incremento de plazas de amarre fueron las varibles que se incluyeron en la ecuación cuyo resultado fue el dique exterior que se está construyendo en la bahía.
Sin embargo no todos los gatos son pardos y no todas las navieras son iguales.
La de mayor antigüedad en nuestro puerto, Iscomar, es la única que realiza sus trayectos durante todo el año, dando así respuesta a las necesidades de comunicación de nuestra población de forma contínua y adecuada. Sin embargo su continuidad se ha visto amenazada por problemas de índole financiera que le han obligado a reducir sus operaciones de forma muy considerable en los otros puertos en los que opera. Son varias las voces que se alzan diciendo que los días de Iscomar están contados por la fuerza de su competencia y lo obsoleto de su embarcación.
La segunda compañia es Balearia. Con sólo diez años de andadura y bajo el paraguas de la familia Matutes, vino a Ciutadella de la mano de Pau Lluch para operar con un barco "diseñado para el Puerto de Ciutadella". Se ve que se les fue un poco el lápiz porque el barco en cuestión se dedicó a arrancar mástiles de veleros prácticamente desde que llegó y tanto fue así que hubo que trasladar embarcaciones a otros lugares para hacer el puerto a medida del barco que teóricamente estaba hecho a medida del puerto.
Otra alegría que nos llevamos los usuarios del puerto con la llegada del Ramón Llull fue la velocidad de entrada y salida.
Mientras en otros puertos la velocidad de maniobra es de unos tres nudos, ese barco diseñado para el puerto de Ciutadella lo hace hasta a doce nudos cuando hay un poco de viento, destrozando amarras y descoyuntando los pantalanes de Cala'n Busquets día tras día.
Las quejas que se presentaron a Capitanía Marítima y a Ports de les Illes Balears se quedaron en vía muerta.
Un apunte sobre el oportunismo de esta naviera lo encontramos cuando vemos que tres de sus cuatro últimos barcos navegan bajo bandera de conveniencia para eludir la fiscalidad española y quedar sujetos a la legislación mucho más permisiva de la marina civil de Malta.
La proliferación de banderas de conveninecia es un problema muy grave ya que los responsables de la supervisión del cumplimiento de las medidas de seguridad son los propios del país donde está abanderado el buque y Malta, Chipre, etc. no disponen del personal ni de los medios necesarios para asegurar esa supervisión. Este es uno de los factores con los que juegan quienes abanderan sus barcos en estos países.
Se echa en falta que, al otorgar una concesión de una línea regular, las autoridades españolas no valoren negativamente la utilización de banderas de conveniencia.
La tan deseada conexión con Barcelona se realiza tan sólo unos meses al año, ya que esta naviera tiene una "parada técnica"inusualmente larga y los meses de invierno opera tan sólo con Alcudia. Se ve que al diseñar el barco para el Puerto de Ciutadella se olvidaron de que tenía que atravesar la boca del Golfo de León para ir a Barcelona.
Una tercera compañía es la que opera con Cala Ratjada. Esta naviera cuenta con un historial un tanto turbio de liquidaciones y reconstituciones. Sólo opera cuando existe un exceso de demanda de pasajes para Menorca (desde Semana Santa hasta el fin del verano) y por tener el barco más pequeño de los tres es la que menos fiabilidad tiene en sus trayectos.
Opera bajo bandera chipriota para beneficiarse, como hemos visto, de mejores condiciones legislativas y fiscales.
Habiendo ya dos líneas regulares con Mallorca, esta tercera les parece a muchos claramente prescindible, sobre todo porque ocupa un espacio en el puerto que sería muy necesario para embarcaciones de tránsito.
En definitiva, la separación del tráfico comercial del resto de usos que se llevará a cabo con el nuevo dique será recibida como agua de mayo por todos los sectores por motivos diferentes.
Las navieras podrán utilizar buques de mayor porte sin los riesgos de maniobrar en una rada tan reducida y peligrosa como la de Ciutadella.
A los usuarios de embarcaciones de recreo nos van a quitar un peso de encima y el Puerto de Ciutadella dejará de estar encorsetado por los requerimientos de espacio, de cierre del puerto, etc. de las líneas regulares.
lunes, 5 de abril de 2010
CONSEJO DE ADMINISTRACION DE PORTS
Esta semana me ha sorprendido gratamente la noticia de que Maties Campins ha pasado a integrarse en el Consejo de Administración de Ports de les Illes Balears.
Es una buena notícia porque pocas personas conocen mejor que Maties las carencias de esa entidad en su gestión del Puerto de Ciutadella.
Este tipo de puestos no se le imponen a nadie, por lo que debemos creer que Maties está de acuerdo con los deberes y responsabilidades que derivan de este nuevo cargo. En caso contrario, con no aceptar...
Entre esos deberes y responsabilidades está el transmitir al Consejo los posibles descontentos que existan entre los usuarios del puerto; promover las mejoras que se crean imprescindibles; asesorar al consejo sobre las actuaciones que afecten directamente al Puerto y sobre sus características específicas (rissagas, climatología, etc.) entre otros.
Por todo lo anterior le deseo a Maties mucha suerte y coraje en el desempeño de sus nuevas funciones, ya que los usuarios del Puerto estamos necesitados de un impulso que cambie muchas cosas en Ciutadella.
Es una buena notícia porque pocas personas conocen mejor que Maties las carencias de esa entidad en su gestión del Puerto de Ciutadella.
Este tipo de puestos no se le imponen a nadie, por lo que debemos creer que Maties está de acuerdo con los deberes y responsabilidades que derivan de este nuevo cargo. En caso contrario, con no aceptar...
Entre esos deberes y responsabilidades está el transmitir al Consejo los posibles descontentos que existan entre los usuarios del puerto; promover las mejoras que se crean imprescindibles; asesorar al consejo sobre las actuaciones que afecten directamente al Puerto y sobre sus características específicas (rissagas, climatología, etc.) entre otros.
Por todo lo anterior le deseo a Maties mucha suerte y coraje en el desempeño de sus nuevas funciones, ya que los usuarios del Puerto estamos necesitados de un impulso que cambie muchas cosas en Ciutadella.
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