lunes, 11 de enero de 2010

EL SILENCIO POR RECOMPENSA

De nuevo Iker Martínez y Xavi Fernández son Campeones del Mundo de la clase 49r.
Y de nuevo la prensa y la televisión ni están ni se les espera.
En el deporte de la vela, con la tremenda carga de sacrificio que conlleva, los éxitos al más alto nivel posible se pagan con el silencio y el anonimato.
Para información del respetable voy a relacionar el palmarés de estos dos deportistas anónimos:
Bronce europeo 2000
Subcampeones mundiales 2001
Subcampeones europeos 2001
Campeones mundiales 2002
Campeones europeos 2002
Bronce europeo 2003
Campeones mundiales 2004
Oro JJ.OO. Atenas 2004
4º Mundial 2005
5º Europeo 2005
Bronce europeo 2006
Campeones Juegos Mundiales ISAF 2006
Campeones europeos 2007
Plata Preolímpica Qingdao 2007
Campeones europeos 2008
Plata JJ.OO. Pekín 2008
Campeones del mundo 2010
No está mal para un par de desconocidos, ¿no?
Para que estas situaciones de abandono mediático vayan corrigiéndose es muy importante que se haga una labor de difusión del deporte de la vela a todos los niveles.
Desde la revista del club, pasando por los diarios locales hasta los medios audiovisuales regionales y nacionales.
Hay que escribir, relatar, felicitar, comentar...hay, en definitiva que dar a conocer todo eso que ocurre tan lejos de la gente de la calle y de los estadios, pero que en ocasiones tiene mucho más que ver con el heroísmo, la tenacidad, la inteligencia, la técnica y el compañerismo.
Los responsables de difundir nuestro deporte son los directivos de los clubes, los aficionados, los técnicos y los profesionales relacionados con la vela. Entre todos tenemos mucho que contar y debemos ponernos como objetivo, además de facilitar la práctica de la vela, el extender su conocimiento en nuestro país.
Cuanto más se hable de vela en España, más fácil será que nuestros deportistas consigan el patrocinio necesario para lograr sus victorias.
Si no les reconocemos como se merecen a Iker y a Xavi su trayectoria y su reciente triunfo, estamos entre todos echando otra paletada de tierra sobre el ataúd de nuestro deporte.

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