Hoy, para variar, voy a hablar de Baloncesto.
Creo que debo hacer un comentario sobre el Menorca Basket por dos motivos.
El primero es que, desde que el Menorca Basket llegó a la ACB, los demás deportes hemos tenido que soportar un mayor grado de contención en las subvenciones que recibíamos del Consell Insular. Y lo hacíamos de buen grado porque entendíamos que en la medida en que el Menorca Basket se paseara por España y chupara pantalla en televisión, sería como una campaña publicitaria permanente para nuestra Isla.
Todo sea por la imagen de Menorca y por el maná del turismo.
El caso es que entre todos nos comprometimos con el proyecto sin protestar y asumiendo un objetivo común por el bien de todos.
El segundo motivo que me lleva a escribir hoy es la mala imagen que se está dando de los clubes deportivos en Menorca por culpa de la mala gestión y el oscurantismo del Menorca Basket de la época de J. L. Síntes.
Hace un año, al publicarse que el presidente del Menorca Basket tenía un sueldo de casi cuatro mil euros al mes, fueron varios los comentarios de ciudadanos que me preguntaron cuánto cobraba yo en el Club Nàutic.
En la calle no se entendía que un presidente de una entidad sin ánimo de lucro tuviera un sueldo y la verdad es que yo tampoco lo entendí. ¿No hay ya un gerente, que es un profesional, capacitado y formado para gestionar el club?
El caso es que algunos colegas presidentes de otras entidades sin ánimo de lucro y yo mismo nos sentimos molestos por el descubrimiento. Lo atribuimos a la diferencia de magnitudes entre una entidad y otra, pero no acabamos de quedarnos tranquilos.
Pero lo peor llegó cuando un empleado despedido llamó la atención sobre 150.000 euros que habían sido entregados en efectivo al Presidente-Asalariado sin que se supiera su destino final.
El revuelo fue mayúsculo y acabó con la dimisión del sospechoso, pero no con la aclaración de lo sucedido.
El final de la opereta se ha escenificado esta semana, cuando en la Asamblea de Accionistas, la Junta Directiva ha sido incapaz de arrojar luz sobre el destino de ese dinero. De esta forma se han hecho cómplices de su desaparición al no aportar justificación alguna sobre lo ocurrido, de forma clamorosa.
El colmo de la desfachatez ocurrió cuando se afirmó que no se disponía de justificación documental pero que se habían utilizado esos dineros "por el bien del club".
Pues esa explicación, señores directivos, a los que hemos pagado los impuestos de donde han salido los cientos de miles de euros que se han pulido en sus años de gloria no nos basta en absoluto.
Si quieren que los menorquines no pensemos que lo que tienen ustedes entre manos es un negociete para sacarse unos eurillos, tendrán que decir dónde han ido esos 150.000 euros.
Los equipos de baloncesto no deben tener "fondos reservados" como los servicios de inteligencia, y si no justifican delante de sus socios y de los contribuyentes en general el destino del dinero que se les entrega para administrar, están dejando de pertenecer a la categoría de "aficionados a un deporte" para entrar de lleno en la categoría de "amigos de lo ajeno".
Espero que abandonen su actitud y muestren claramente cuál ha sido el destino del dinero que se llevó el Sr. Síntes.
Háganlo por el bien de su club y por el de los otros clubes de otros deportes de la Isla que no tenemos porqué aguantar que se nos meta en el mismo saco.
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