La Reserva

Hace algún tiempo que desde los colectivos de pescadores de recreo nos advertían sobre la forma de actuar de la administración en materia de reservas marinas. No hace mucho tuvimos una interesante conferencia sobre este tema en el Club. La forma de actuar de la administración consiste en evitar hasta el último momento la implicación de los colectivos afectados para llamar al consenso con prisas y a última hora, aplicando una política de hechos consumados más conocida como "el rodillo".
En el caso del Canal de Menorca se está cumpliendo la misma hoja de ruta.
Lo poco que hemos podido saber sobre este tema es la extensión de la zona protegida. De Formentor a Nati y de Capdepera a Artruix.
Precisamente una de las mayores críticas que ha tenido la reserva del norte de Menorca ha sido su excesiva extensión, que ha hecho que sea imposible de controlar con los medios de que se dispone. Una reserva sin control se convierte en un nido de pescadores furtivos, con lo que el único perjudicado es el que cumple la ley mientras los furtivos hacen su agosto.
Hay que adaptar la extensión de las reservas a los medios que se les van a destinar.
La otra crítica que ha recibido la reserva del norte es que se ha convertido en un coto de pesca para los profesionales, de forma que el único que soporta el esfuerzo de preservación es el pescador ocasional y aficionado, que es precisamente el que menos impacto causa por los medios que utiliza y por la menor frecuencia de sus salidas (normalmente fines de semana).
Para mí estas son las dos líneas de actuación en las que hay que incidir en la futura reserva del canal de Menorca. Es mucho más deseable una reserva más reducida pero más estricta en la que nadie pueda pescar, ni profesionales ni recreístas.
Luego tenemos otros matices que deben tenerse en consideración.
No causa el mismo daño una barca de arrastre que una barca de artes menores. No es lo mismo prohibir pescar en "la barra", que en el centro del canal. Pero precisamente estos son los puntos que saldrían a colación si la administración implicase a los colectivos afectados desde el principio, en lugar de seguir avanzando en los trámites para la creación de la reserva desoyendo a quienes deberán sufrir sus consecuencias.
Diálogo ¡¡YA!!