Baleares ha decidido externalizar la gestión de sus puertos. El motivo es económico, lo que significa llanamente que se quiere recaudar más de lo que se recauda. Para eso se ha pensado en darle a alguna entidad o empresa las instalaciones a cambio de un jugoso canon que supere el superávit que se obtiene actualmente de los amarres. Luego esa empresa o entidad sin ánimo de lucro querrá ganar un buen dinero con esos amarres que le permita pagar ese canon y destinar el resto a dividendos o a actividad social, según sea el caso.
Llegados a este punto del razonamiento nos habrá quedado claro a todos quién es el que va a pagar el guateque que nos está montando el Govern: el amarrista de a pie.
Pues bien, en Ciutadella se ha lanzado una idea que puede ser interesante y una de las pocas tablas de salvación a las que se puede intentar agarrar el usuario de los puertos susceptibles de ser subastados y es la municipalización de los mismos.
Se trata de un modelo ampliamente difundido en Francia y que cuenta con bastantes aspectos positivos a tener en cuenta.
El primero que vale la pena citar es que es el propio pueblo (su ayuntamiento) el que decide el modelo de puerto que quiere tener y de ese modo la gestión es más ajustada a los intereses de los habitantes del municipio en lugar de responder a la política y los recursos de una administración autonómica o nacional.
Por otro lado, aunque en absoluto menos importante, tenemos que el ayuntamiento decide las tarifas que se deben aplicar en función del papel que el puerto juega en la economía y la sociedad del municipio, por lo que puede apostar por unas tarifas más “sociales” si le interesa fomentar la actividad náutica y el acceso al mar de un mayor número de ciudadanos o bien otro tipo de tarificación más restrictiva. Pero en cualquier caso se puede asegurar que las tarifas serán más bajas que las de quien haya tenido que pujar en un concurso y deba pagar un canon desorbitado además de lograr su propio beneficio.
Y ya que hablamos de beneficio, parece bastante lógico que, de producirse éste, redunde a favor de la comunidad y de las arcas municipales en lugar de ir a parar a las cuentas de tal o cual sociedad o entidad sin ánimo de lucro.
Para que la gestión del puerto sea lo más acorde posible con los intereses de los diferentes usuarios del mismo, debería crearse un Consejo Consultivo en el que todos los colectivos afectados tuvieran su representante y así se supliría la falta de conocimiento de los temas náuticos que padecen algunos de nuestros ayuntamientos. De la misma manera cada uno de los diferentes colectivos (Pescadores, Golondrinas, Chárter, Clubes, Restauradores, Amics de la Mar, Varadero, etc. ) podrían hacer oír su voz en las decisiones que les afectan y participar en la gestión del puerto en el que ejercen su actividad.
La gestión diaria del puerto se puede hacer directamente por el ayuntamiento o bien mediante una empresa mixta del estilo de las que gestionan algunos recursos municipales, como las aguas, etc.
Del mismo modo hay que hacer notar que el ayuntamiento como administración tan sólo tiene que solicitar la cesión del dominio público a Portsib, sin tener que acudir a ningún concurso, con las ventajas que ello supone.
Tal y como lo he descrito me parece que es la única solución que tienen los usuarios de los puertos autonómicos para evitar que se cedan durante treinta años unos espacios públicos tan importantes para nuestra supervivencia. Quizás gestionar mejor nuestros puertos sea una de las pocas oportunidades reales que tenemos para dinamizar nuestra economía.
Si PortsIB quiere recaudar más, no seria más lógico que subiera un puntito las tasas y dejara de marear la perdiz?
ResponderEliminarPero es que si hace eso no se hace de oro ningún amiguete, que es otro objetivo importante. Habrá que empezar a pensar muy mal si persisten en su actitid pese a que todo el mundo les está diciendo pestes.
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