Según me comentaron los responsables de la RANC, de los más de 30 artículos participantes, dos fueron los que estuvieron en liza hasta el final, el de Juan Gallifa publicado en la revista "Yate" sobre las Islas Egadas y el mío, publicado en la Gaceta Náutica sobre el relevo generacional de las juntas directivas de los clubes.
Finalmente ganó Juan Gallifa por estrecho márgen aunque muy merecidamente desde mi punto de vista.
En todo caso fui a Barcelona a recoger el segundo premio y tuve la ocasión de saludar a viejos conocidos y agradecer a la RANC el apoyo al periodismo náutico y a la difusión de la cultura marinera a través de la convocatoria de este premio.
También agradecí profundamente al equipo de la Gaceta Náutica (especialmente a José Luís Miró y a Pepe Quiroga) el animarme a expresarme desde sus páginas y hacer posible todo esto.Finalmente quise animar a los practicantes de la vela de crucero para que sigan navegando y defendiendo su deporte, que necesita de todo el apoyo que pueda conseguir.
Personalmente ha sido una agradable sorpresa el que se me conceda un premio el primer año en que me dedico a escribir y me anima a continuar en la línea en la que he trabajado el último año, denunciando incongruencias y pinchando para que las cosas se solucionen o al menos se hagan mejor.En la misma ceremonia se entregaron los premios al Mejor Armador de Crucero, que ganó Rafael Carbonell del Rats on Fire, ganador de la Copa del Rey y verdadero protagonista de la ceremonia. Un gran deportista y una gran persona, como no puede ser de otro modo.
Del mismo modo se entregó el premio al mejor patrocinador, que recayó en Sidra el Gaitero.
Bravo
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