Anteayer estuve visitando la Barcelona World Race de paso que recogía el accesit por haber quedado segundo en el I Premio al Mejor Artículo Náutico de la RANC.
Ya en el exterior me sorprendió la calidad del montaje, con la proliferación de actividades para niños y mayores y la exposición de los barcos que tomarán parte en la regata.
En el exterior los niños podían subirse en un catamarán y sentir el efecto de la escora, hacer un recorrido entre boyas con barcos de radio control y experimentar cuarenta nudos de viento en un túnel.
En el interior del recinto se desarrollaban actividades como por ejemplo una explicación lúdica pero bien argumentada y documentada sobre la regata a cargo de una compañia de piratas o conferencias y presentaciones de barcos y tripulaciones en las que se podía ver en persona a los que serán los héroes de los proóximos tres meses.
En cuanto a los stands dentro del recinto, también atraían la atención de los muchos visitantes que acudían. Incluso en el menú del bar se apreciaba una intención de enseñar al visitante lo mejor de la ciudad y de su gastronomía.
Una librería con un rincón de lectura y una tienda donde adquirir a buen precio los recuerdos de la regata completaban la oferta indoor de los stands de cada uno de los participantes y patrocinadores.
En el exterior estaban las embarcaciones que tomarán la salida el próximo 31. Paseando entre ellas y leyendo los nombres de sus patrones en sus costados se da cuenta uno de que esta no es una regata cualquiera.
El aspecto de los barcos es impresionante y quienes los tripularán son verdaderas leyendas y auténticas promesas de la navegación oceánica.
Llamaba la atención la disparidad en los diseños de las cubiertas y los aparejos de los barcos. Pianos centrales, pianos laterales, ruedas, cañas, queda claro que no hay una predominancia en el diseño y que la palabra "open" está muy justificada en esta clase.
Donde se hacían más claras las diferencias de criterio era en los aparejos. En este aspecto competirán entre sí aparejos convencionales con tres y cuatro pisos de crucetas con secciones muy finas contra palos con perfil alar con outriggers y sin crucetas o palos también giratorios con un piso de crucetas y un violín (o diamante como le llaman algunos). El caso es que parece que tampoco en esto se ponen de acuerdo los gurús de la clase IMOCA.Finalmente se veían soluciones muy distintas en los timones y configuraciones de cabina muy diferentes aunque todas ellas compartían una enorme funcionalidad fruto del diálogo entre diseñadores y skippers.
En general la impresión que se lleva uno es que está frente a una de las grandes pruebas mundiales de la navegación oceánica; una regata que se consolida gracias a una apuesta decidida por parte de las administraciones y las entidades privadas.
Sin duda este año va a ser el de la consagración de la BWR gracias a un trabajo bien hecho desde su organización y desde la clase IMOCA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario