Hace unas semanas me enteré de que el club había decidido expulsar a un regatista por una conducta antideportiva fruto de un calentón durante una regata el invierno pasado.
Sin querer entrar en si se tenían motivos suficientes o quién tenía la razón porque desconozco en profundidad el tema, me pareció correcto que el club se preocupase por la deportividad de sus regatistas y por mantener una cierta honorabilidad entre los integrantes de su flota.
La semana pasada ocurrió un incidente que vuelve a traer a primer plano los comportamientos antideportivos. Veremos si el club esta vez está a la altura de las circunstancias o si con unos se actúa de una forma y con otros se actúa de otra. Se admiten apuestas.
¿Algún tipo de impunidad?
ResponderEliminarParece que la junta se ha puesto de perfil respecto a este tema. Se ha modificado el certificado y con eso se pretende cerrar el asunto. Lo que no deja de ser verdad es que el propio interesado reconoció haber corrido dos campeonatos con un certificado incorrecto a sabiendas. Eso queda para la historia.
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