Es que parece que la APB no quiera que dejemos de escribir sobre ella.
No tuvieron suficiente con acabar en los tribunales por la adjudicación de los amarres del Club Marítimo de Mahón.
No bastó con quitarle a la entidad la mayor parte de sus ingresos.
Ahora quieren asestarle la puntilla quitándoles la última fuente de ingresos que le queda al club.
Ante la propuesta del club de mejorar las condiciones en que se suministra el combustible en la gasolinera a cambio de una prórroga de la concesión, la APB reacciona poniendo en marcha un procedimiento para sacar a concurso la concesión de la gasolinera.
En este caso parece que la patronal APEAM ha tenido un papel importante.
Será cuestión de ver si en esta ocasión alguien le para los pies a la APB; si nuestros políticos dan la talla y no fracasan estrepitosamente como en 2008 y si finalmente se toma conciencia de que no se puede dejar morir de inanición a una entidad que lucha por la náutica deportiva y que tantos y tantos efectos beneficiosos ha aportado a la ciudad de Mahón.
Las próximas semanas serán capitales para la supervivencia del Club. Espero que todos seamos conscientes de ello.
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