Publicado en Gaceta Náutica de Enero 2012
Este mes de diciembre ha sido un tanto movido meteorológicamente hablando pero también se han movido otros temas que vale la pena recordar.
Uno de los asuntos que más cola ha traído es la llegada del primer temporal de poniente medianamente fuerte con el dique de Son Blanc operativo. Mientras una naviera optaba por anular sus trayectos, la otra puso a prueba las instalaciones del dique con el resultado de pasar una noche de pesadilla toda la tripulación, llegando a partir nueve estachas en su lucha por mantener el barco al lado del muelle en lugar de sobre él.
De este modo se pudo constatar que al nuevo puerto le faltan elementos que mitiguen los efectos del oleaje, como podría ser una escollera en su orilla Este. Pero esa escollera no está. Y no está porque alguien decidió quitarla en una negociación un tanto turbia rozando los límites de la ilegalidad. Ahora, tras la constatación de que falta ese elemento y que la ubicación del dique no es la óptima, son muchas las voces que claman por la nefasta actuación de unos políticos que antepusieron sus intereses de partido a la seguridad de unas instalaciones tan importantes y tan caras.
Otro tema que está en boca de todos es lo bien que le está saliendo la jugada a Ocibar que, libre de la carga de ejecutar el plan de inversiones que se comprometió a llevar a cabo en la ribera norte, ha pasado un verano de ensueño haciendo publicidad y cobrando religiosamente todos los amarres como si tal cosa. Además las Navidades les han traído un jugoso regalo en forma de autorización temporal de ocupación hasta que se vuelva a convocar un concurso. Pero, eso sí, con el canon reducido a una quinta parte de lo que estaba obligado a pagar. Una bicoca. La demostración palpable de que quien no cree en los Reyes Magos está totalmente equivocado.
En la otra orilla tenemos a nuestros amigos de Trapsa, con una ya sólida tradición de no cumplir ninguna de sus obligaciones deportivas y de mantener desérticas sus flamantes instalaciones a base de cobrar unas tarifas más caras que las de Mónaco. Pues bien, se les abrió un expediente en la APB y como estas cosas tienen que pensarse bien no sea que alguien se enfade, pues van pasando los meses y se acostumbra uno a que la ilegalidad sea la norma en lugar de la excepción. A lo mejor nuestros nietos llegan a ver la conclusión de esta tragedia en tres actos en la que se asesinó un club, se le pusieron los cuernos a los usuarios y se timó al contribuyente.
Finalmente tenemos la externalización (privatización no se tiene que decir, que queda muy feo) de los puertos de las Baleares. El globo sonda salió y se encontró con una enconada oposición en algunos puertos, como Ciutadella y una discreta inquietud en los demás. De modo que probablemente veremos cambiar pronto el encabezado de las facturas de los amarres en los puertos baleares. Y puestos a cambiar, me apuesto lo que quieran a que con el encabezado de la factura cambia también ese número por el que se multiplican los días de ocupación para calcular el total que se debe. ¿Alguien lo duda?
En este año 2012 que empezamos vamos a ver cosas que a buen seguro no querríamos ver y en cambio probablemente otras que deberían salir a la luz seguirán ocultas para bien de algunos.
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