Lo que más me sorprendió fue que no se apreciaba actividad alguna ni el sábado ni el domingo, cuando siempre se ha estado trabajando en la obra esos días. Las sospechas de que se está ajustando el final de obra al calendario electoral cobran cada día más importancia.
La bahía estaba agitada y, aunque el dique abrigaba bastante la lámina interior de agua, daba la impresión de que la resaca haría incómoda la estancia de embarcaciones medianas en sus muelles.El muelle de levante está prácticamente acabado, con sus norays y defensas y parece que sólo falta asfaltar para que pueda utilizarse. Es a continuación de este muelle donde deben instalarse duques de alba cada 25 metros para permitir el amarre de buques de gran eslora. Por lo demás se ve plenamente operativo.
La segunda alineación, la perpendicular a la costa, no parece aún acabada. Ya está hecha la escollera y el muelle pero faltan norays y defensas.
La tercera alineación, el muelle de poniente, está prácticamente acabada. Falta rematar el tramo final del muelle y colocar las defensas. Es un tanto extraño que se haya paralizado la obra cuando falta tan poco por acabar. 
Desde esta otra perspectiva se aprecia cómo está prácticamente acabado a falta de asfaltar y rematar el muelle.
En cuanto a los dos últimos cajones del dique, falta cerrarlos y rematarlos con los poliedros de hormigón que deben servir de rompeolas. En teoría, si se hiciera al mismo ritmo al que se ha hecho el resto de la obra, nos quedarían unas pocas semanas de trabajo.
En fin, señores. Esto está hecho y ahora falta que les dé la gana a nuestros políticos para que se acabe y se inaugure. Pero como todo lo que depende de estos señores se mueve por su propio interés, es difícil decir cuándo empezará a funcionar este puerto.
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