El pasado mes de mayo celebramos la regata Interclubs con la participación de 15 embarcaciones y en la que el Taranta III, bajo el gallardete del Club Nàutic Ciutadella tuvo el honor de ser el primer barco de Ciutadella en clasificarse, quedando en tercera posición, tras el Lolita y el Kaya del Club Nàutic Colonia de Sant Pere.
Hicimos la entrega de premios el mismo día y salí yo mismo a recoger el premio al tercer clasificado sin ninguna incidencia destacable.
Ayer hicimos la regata Social y posteriormente se procedió a la entrega de premios de la primera mitad de la temporada de regatas 2010.
No pude asistir a la entrega de premios, por lo que no pude recoger en persona el correspondiente a la tercera plaza del Trofeo Memorial Pepe Negrete, en recuerdo de mi padre.
La sorpresa saltó cuando al nombrar al Taranta III como tercer clasificado, un directivo del club y su señora prorrumpieron en abucheos.
Supongo que debían pensar que alguien les seguiría en su actitud, lo que afortunadamente no ocurrió, sino que los regatistas presentes reaccionaron con sopresa y extrañeza.
Uno de mis tripulantes recogió el trofeo de manos del Presidente del Club, entre los aplausos de los asistentes y de allí no pasó la cosa.
Lo que me llama la atención es la diferencia en la actitud de ese directivo entre la entrega de premios de hace un mes y la de ayer.
¿Porqué ha esperado a que yo no estuviera presente para comportarse de esa manera?
¿Es el abuchear a un regatista un comportamiento digno de un directivo de un club náutico?
¿Es abuchear a un regatista en su ausencia un comportamiento normal o corresponde al patético ataque personal de quien ha perdido definitivamente los papeles?
Que cada uno extraiga sus propias conclusiones.
La última pregunta que me hago es: ¿Cómo tendría que estar yo para que se me ocurriera abuchear en su ausencia a un rival?
Supongo que bastante enfermo.
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