martes, 17 de noviembre de 2009

EL INCREIBLE SALON MENGUANTE

La semana pasada, como cada año, hice la peregrinación obligatoria a Barcelona para asistir al Salón Náutico.
Jamás he dejado de asistir desde que tengo uso de razón, de forma que busqué billetes y alojamiento para estar cuatro días deambulando por sus pasillos y pantalanes.
Pero este año, la preocupación de la crisis económica ha calado en las naves de la Fira y, como si se tratase de un spirographis ante una presencia extraña, el Salón se ha contraído hasta lo que algunos expositores califican como su mínima expresión.
Dos pabellones, dos era lo que había para ver.
Con cuatro días por delante, me sobraban dos para verlo todo. Sólo una editorial y una librería habían osado exponer sus productos. No había embarcaciones a vela en seco y sólo algunos representantes de la vela ligera resistían como jabatos en un extremo del pabellón. Los veleros de pequeña eslora había desaparecido en seco y a flote como si un Herodes náutico hubiese decapitado todo por debajo de cierta medida. Hasta los vendedores de chucherías pseudonáuticas habían reducido su presencia al mínimo.
Preguntando a los expositores por el motivo de tanta contracción, la respuesta más habitual era que no se podían permitir pagar el dineral que cuesta exponer en un stand o siquiera en un amarre. Las cifras que me comentaron en algún stand eran realmente impactantes.
En el caso del Port Vell, se ha llegado al límite de tener que llevar a los visitantes en zodiac a ver embarcaciones amarradas cerca de la Fira para no tener que pagar las cifras que se piden por exponer un barco a flote.
Ante estos comentarios uno no puede más que preguntarse ¿Tan necesario es que una empresa semipública gane dinero a costa de estrangular un sector, privándole de una de sus principales herramientas promocionales?¿No debería la administración tratar de potenciar y dinamizar el sector náutico facilitando la principal cita entre oferta y demanda? ¿No basta ya de ordeñar un raquítico sector, frito a base de impuestos, que podría ser una gran salida profesional en un país con tanta costa?
Cuando uno entra en la web de Fira de Barcelona y se encuentra con la ristra de cargos políticos que integran su Consejo General, su Consejo de Administración, su Comité Ejecutivo, sus Presidentes de Salones y sus Presidentes Eméritos, se imagina el coste de esos órganos y también su operatividad, trufados como están de elementos de todos los partidos políticos.
Entonces empieza uno a entender que por un rincón en un pabellón o por un trozo de agua en el puerto te cobren esas atrocidades. Aunque sólo sea en vinos de honor, ya se debe ir un buen caño.
Además del coste había una segunda crítica muy extendida sobre la sectorización. Velerías arriba, velerías abajo, organismos arriba, organismos abajo, un galimatías que aportaba confusión y menor rentabilidad aún a la exposición. Resultado: ausencias clamorosas entre los expositores.
En definitiva, que ni con el Salón vamos a poder contar para ayudarnos a digerir esos dos puntos de IVA que pondrán la fiscalidad náutica de nuestro país en la barrera psicológica del 30 %.
A ver si alguien puede conseguir que empresas "semipúblicas" como Fira de Barcelona y Puertos del Estado dejen de pensar como si cotizasen en bolsa y se den cuenta de que su función es dinamizar sectores y administrar espacios que pertenecen a todos los ciudadanos. Si se esfuerzan un poco verán que no es difícil de entender.

2 comentarios:

  1. Lamentablemente los políticos están empeñados en destruir empleos, a base de impuestos, antes que en fomentarlo. Esto sucede en todos los sectores y por desgracia parece que aún no se han dado cuenta de que para que un negocio funcione tienen que dar márgen de maniobra a los empresarios en lugar de ahogarlos diariamente con impuestos e inspecciones. No existe el libre comercio, los políticos lo han hundido...

    ResponderEliminar
  2. Muy buena reflexión. Los salones se han convertido en una máquina de recaudar para empresas semipúblicas que especulan con un suelo que arrendan a precio de saldo a otros organismos.

    ResponderEliminar