martes, 29 de mayo de 2012

Desde el frente oriental

Probablemente, con la que está cayendo, a muchas personas los problemas de la náutica no les quiten el sueño.
Sin embargo aquellos que vivimos en un trozo de tierra rodeado de agua por todas partes tenemos en la náutica un tema recurrente incluso en plena crisis. Quizás por aquello de que nos han jorobado los aviones y el turismo náutico podría ser una gran ayuda para una economía maltrecha y embotellada como la nuestra o quizás porque los servicios náuticos eran una salida laboral muy importantes en nuestras islas hasta ahora.
El caso es que nuestros dirigentes parece que opinan de otro modo y están obstinados en maltratar al navegante hasta llevarlo al límite de su paciencia.
Un ejemplo es el de los pantalanes de Fornells, dependientes de Portsib.
Se han instalado y se han empezado a utilizar pero los usuarios han encontrado dos diferencias importantes respecto al año pasado.
Una diferencia es que las tarifas se han incrementado un 15% de un año al otro, lo que no corresponde en absoluto a la inflación ni responde a ningún parámetro macroeconómico conocido pero como nos toca a todos contribuir a solventar la crisis económica y a que los políticos puedan seguir fichando a su antojo cargos de confianza, pues nada; nos rascamos el bolsillo y hacemos otro agujero en nuestro cinturón.
La segunda diferencia es que no han instalado las torretas que había el año pasado y que debieran suministrar agua y electricidad además de iluminar la pasarela durante la noche para evitar accidentes.
La Ley 10/2005 de 10 de junio determina en su artículo 40 que "el suministro de agua y energía a las embarcaciones" es un servicio básico y en su artículo 41 determina que esos servicios están "sujetos a las obligaciones de servicio público".
Además el artículo 35 punto 2 del decreto 11/2011 del Govern Balear dice textualmente que "Ports de les Illes Balears deberá adoptar las medidas necesarias para garantizar la cobertura de los servicios básicos de los puertos y debe asumir la gestión directa de los servicios cuando sea necesario".
De modo que parece que legalmente están obligados a prestar esos servicios básicos sin tener que esperar a que nadie se rompa la crisma ni se ahogue al caerse en uno de sus pantalanes.
Hemos sabido que la decisión de instalar las torretas está sobre la mesa del Gerente de Portsib, por lo que suponemos que el motivo de que aún no dispongamos de servicios básicos y necesarios para la seguridad es puramente político o económico, que viene a ser lo mismo.
El caso es que, mientras esto se resuelve o no, los usuarios de los amarres y los turistas náuticos tienen otro motivo para despotricar de la calidad de los servicios que se les ofrecen por su dinero en las instalaciones de Menorca.
Otro motivo más.
Y mañana hablaremos de las boyas, que tiene mejillones el tema.

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