martes, 31 de enero de 2012

Contrapunto

Que el Club Náutico de Ciutadella vive una época dorada en cuanto a ingresos por amarres salta a la vista. Los amarres del Moll de la Trona que la anterior junta incluyó en la concesión han dado sus frutos y las cuentas están saneadas.
Sin embargo no todo es del color de rosa que trasluce la propaganda del actual "régimen".
Llevamos tres ediciones del Trofeo Almirante Farragut raquíticas y muy alejadas del centenar largo de embarcaciones que solían acudir a la cita más importante de nuestro club. Hay quien se pavonea de organizar campeonatos importantes pero la realidad es que la escuela de vela está como siempre o peor porque, aparte de algunas fotos con políticos, el provecho de esos campeonatos para el club y la vela menorquina es nulo.
Hace poco se congratulaban de un aumento de licencias que afectaba tan sólo a las de la escuela de verano; lo que muchos llaman "la guardería náutica". Es cierto que ofrecer cursos de verano por la tarde ha hecho aumentar el número de licencias temporales pero no es menos cierto que el equipo de regatas (los niños que se quedan en la escuela de vela cuando acaba el verano) está en los mismos números que años anteriores y que el número de licencias de deportistas (verdaderos regatistas del club) se ha reducido este año. Por lo tanto si quieren congratularse de algo habrá que mirar en otro sitio.
Por otro lado se han intensificado los comentarios sobre el uso que se está dando a los amarres de delante de Casa Manolo. Unos amarres que son de tránsito están siendo utilizados para que algún amigo con yatazo amarre todo el año sin pasar por el engorro de la lista de espera. Muchos socios no ven claro que la simpatía tenga que poner a unos por encima de otros a la hora de amarrar en el club.
Por último me han comentado que algún socio ha conseguido un amarre en el club pese a disponer de otro en otras instalaciones. Lo de poner el otro amarre a nombre de un familiar servirá de cara al reglamento pero no deja de parecer poco ético que, mientras centenares de socios esperan en la lista su primer amarre, haya otros que obtengan un segundo amarre a través del club.
Tampoco es muy elegante que un miembro de la junta tenga su barco permanentemente amarrado en los amarres de tránsito del club. Recuerdo que la anterior junta tuvo que buscar un barco en Mahón para no ser acusados de favoritismo a la hora de dejar amarrar en el club el barco de prácticas de PER. Nos parecía que era importante que no se pudiera tachar de amiguismo el hecho de alquilar el barco de un amigo para las prácticas de PER. Un punto de vista del que la actual junta carece a todas luces.

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